Uno de los grandes problemas a los que se enfrentan los adolescentes que están dentro de los Trastornos del Espectro del Autismo (TEA) es el correcto desarrollo de sus habilidades sociales. Este aspecto, y sobre todo en la adolescencia, adquiere especial relevancia. La adolescencia es una época siempre compleja, y en los chicos y chicas con TEA esto no es una excepción. Deben enfrentarse a dos retos inmensos, por una parte, no caer en situaciones de acoso escolar, y, por otra parte, conseguir desarrollar habilidades que les permitan convivir en el grupo mayoritario.
La carencia en el correcto desarrollo de las relaciones sociales implica a su vez un posible déficit en el desarrollo emocional del adolescente.
El cambio a la Educación Secundaria Obligatoria es un momento difícil para los alumnos con TEA porque:
- Sus habilidades de interacción y comunicación con iguales están menos desarrolladas, presentando inmadurez social, lo que les dificulta relacionarse y hacer amigos.
- Tienden a mantener rutinas y a presentar dificultades en las transiciones que no disponen de anticipación.
- Sus intereses suelen estar muy definidos y de gran intensidad, por lo que los momentos de ansiedad pueden ser frecuentes.
- Su lenguaje aparentemente es correcto, aunque presentan dificultades en la pragmática. Hablan demasiado alto, realizando comentarios improcedentes, teniendo una interpretación rígida de las normas.
El objetivo fundamental de esta nueva etapa debe ser la inclusión: la adaptación positiva del alumno en el centro, en el aula y en las actividades que se desarrollen. Mantener un aula estructurada, que proporciona información anticipada de lo que va a suceder durante la jornada escolar, con materiales adaptados y la puesta en marcha de estrategias específicas para estos alumnos facilita esta inclusión.
Desde nuestro centro y dentro del proyecto InfanTEA se toman una serie de medidas, las cuales son:
- Adaptaciones curriculares para responder a las posibles dificultades y estilos peculiares de aprendizaje (en la metodología, objetivos, formas de evaluación…).
- Desarrollar objetivos curriculares que persigan el establecimiento de relaciones interpersonales.
- Promover los apoyos naturales que proporcionan los propios compañeros/as.
- Adecuar la intensidad de los apoyos a las necesidades individualizadas y a la etapa educativa.
- Ampliar las funciones del apoyo educativo para que no abarquen sólo el apoyo académico.
- Intensificar la acción tutorial.
- Orientación y asesoramiento a las familias en los cambios de etapa y en los cambios de centro.
- Información y ayuda a las familias, desde el centro, para abordar las dificultades de sus hijos.
- Elaboración de un censo de los alumnos con TEA en las distintas etapas educativas que facilite la planificación y provisión de servicios
- Poner en marcha un plan de prevención del acoso escolar y mediación con alumnos con TEA.
Por ello, presentamos dentro de este programa y para su mejor implantación tres ejes de actuación diferenciados (aunque estén claramente relacionados).
◦ Taller habilidades sociales para alumnos TEA.
◦ Mediación escolar con alumnos TEA.
◦ Mejora del rendimiento académico.